¿Qué es en realidad la medida de fe?

La Medida de Fe

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,

así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;

el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

- Romanos 12:3-8

La medida de fe a veces no ha sido muy entendida entre los creyentes.

En primer lugar no es una medida que Dios da para que seamos salvos ni para que creamos por diversas cosas; el contexto de Romanos 12:3 y 6 nos muestra que es específicamente para llevar a cabo la gracia de servicio que Dios le asigno a cada creyente.

En segundo lugar no es una medida estándar, la misma palabra griega que se utiliza, ANALOGIA, como escribe Barnes: "La palabra se aplica adecuadamente a las matemáticas (Scheusner), y significa la relación o proporción que resulta de la comparación de un número o magnitud con otra."

Vine nos dice: "es la relación correcta, la congruencia o concordancia existente o demandada en base de la norma de las varias relaciones, no acuerdo como igualdad."

Entonces, la medida de fe varía según la responsabilidad o alcance del don de función o servicio que Dios le asigna a cada creyente.